Los vinos de Malena: la evolución de la especie
A C.B. ¡Gracias por todo! Empecé en la distribución de vino, llevándolo en mi carrito de la compra. Quedaba para catar, el día antes me aseguraba de tener todo el vino en forma, y el día en cuestión cargaba el carro. Mi camello. Vivo en un 4º piso real sin ascensor, por tanto toda la acción implicaba sangre, mi sangre. Y yo la ponía. Sabía que estaba invirtiendo. Inconsciente. Aquello era de una escala tan pequeña que a veces no veía cómo pasar a la siguiente fase. Fueron los caballeros de esta ciudad apostados en las salidas del metro, como esperándome, los que me dieron ánimos. Los que me [...]